Hotel Pacha

La Patri dice:
Hola chicos!! Una semana más fiel a mi cita con el blog. Anoche Edu, Gloria, Antonio, Dafne, Vidal y yo salimos a cenar y acabamos en el pub del Hotel Pacha. Las fotos no salieron demasiado bien porque el sitio estaba un poco oscuro y las hizo Vidal con el móvil. A partir de ahora, llevaré la cámara siempre que salga; nunca se sabe si te puedes encontrar con algo digno de perpetuar en el blog.
Este lujoso hotel está cerca de la discoteca Pacha y en él se hospeda gente "mega-pija-fashion". Así que ya os podéis imaginar cómo era la clientela del pub, que, por cierto, está muy bien. Todas las grandes marcas estaban allí reunidas, marcas que lucían chicos que intentaban imitar a David Beckham y chicas monísimas y retocadísimas a las que no faltaba un detalle. Nosotros, con nuestro look "clase-media-obrera", éramos, sin duda, un parche en aquel lugar; pero eso, francamente, aquí da igual.
Pasamos el rato bailando, riendo y, por supuesto, observando y poniendo mote a la gente estrambótica y variopinta que allí había (como muchos ya sabéis, este tipo de personas es pieza típica y fundamental de la mágica noche ibicenca). A destacar:
-Las Spice Girls: Un grupo de chicas inglesas con una indumentaria propia de grupo musical femenino hortera de los 90.
-La Diva: Éste era el mejor. Era un gay entradito en años y muy delgado con un estilo copiado de los grandes diseñadores de alta costura y gafas de sol. No paraba de pasearse solo por todo el pub contoneando su cuerpo y sus brazos al ritmo de la música.
-Doña Croqueta: ¿Os acordáis de este personaje del "Un, dos, tres"?, pues ayer pudimos ver a su hermana gemela o hermano gemelo, ya que, por más que lo intentamos, no pudimos averiguar si era hombre o mujer. También entradito en años, amigo de la Diva y extravagante hasta la saciedad.
-El ricachón y la "prosti": En un momento determinado, se descorre un poco la gran cortina que da paso al local y aparece un hombre de unos sesenta y cinco años acompañado de una chica negra muy joven y guapa. Todos llegamos a la misma conclusión: ella era una prostituta de lujo. Lo cierto es que se sentaron cerca de nosotros, pidieron champán y coñac y pasaron todo el tiempo que estuvieron allí sin mediar palabra, sólo mirando al vacío. Y es que en situaciones así, ¿qué más da la comunicación? El ricachón estaría deseando que llegara el momento de tomar su viagra y subir con la chica a la habitación.
Además de lo dicho, pudimos observar que todos los que se marchaban se despedían antes de la disc jockey, incluso se hacían fotos con ella. Debía de ser muy conocida, aunque nosotros no teníamos ni idea. Aún así, cuando llegó la hora de irnos, hicimos lo mismo que el resto y le dijimos adiós a la simpática DJ, ya que... no queríamos desentonar.

Espero que os haya gustado mi crónica. Besos para todos.