La Patri dice:
En este mundo de las nuevas tecnologías, las fotos antiguas se convierten en algo valioso y entrañable. Hablamos de aquellas instantáneas que se tomaban con enormes cámaras apoyadas en un trípode y cubiertas por un paño negro, bajo el cual desaparecía el fotógrafo cuando llegaba el momento de inmortalizar la escena, o de aquellas otras, ya sin trípode, pero también de considerable tamaño, que nada tenían que ver con las de hoy en día, tan sofisticadas y prácticas.
Ellas nos transportan al pasado, a unos años que no conocimos, a unos tiempos remotos en que el centro vital de la ciudad era sólo lo que hoy conocemos como casco antiguo. Era un Jerez de posguerra, de dictadura y censura, de pan “migao” con café, de enormes aparatos de radio, de patio de vecinos, de calles empedradas y sin tráfico, de bodegueros, de zambombas en torno a una hoguera, de domingos de misa, de colegios de monjas y curas, de exiguas noches de Reyes, de jovencitas preparando su ajuar, de pequeñas tiendas de ultramarinos, de parejas de novios con carabina, de inmensas salas de cine, de tascas, de vino, de toros y coches de caballos. Era, en definitiva, un Jerez poblado por personas, conocidas o anónimas, que rieron, sufrieron, trabajaron y dieron vida a la ciudad que luego nosotros heredamos.
Aquí tenéis un pequeño botón de muestra.
Plaza del Arenal
Feria del Caballo
Plaza del Mamelón
San Eloy, ceremonia de entrega de llaves.
Nuri: Vaya fotos! Estas fotografías son para tenerlas como oro en paño. Me gustan mucho. Yo también tengo algunas fotos de aquella época. Las voy a buscar para ponerlas. Seguro que todos tenemos alguna foto de épocas pasadas.
ResponderEliminar