EL AMIGO INVISIBLE

SCORPIO:

Historia del amigo invisible


Para contaros esta historia he de remontarme muchos años atrás. Cuenta la leyenda que hace muchísimos años vivía en un castillo una princesa llamada Jana, que no tenía amigos, y se inventó un Amigo Invisible, a quien le contaba todo y con quien lloraba cuando su padre no estaba. Debido a la soledad de la princesa, de su vida tan ajetreada y muy programada y que nunca había podido salir de su castillo, a no ser que fuera con su padre, la pequeña nunca había podido tener una amiga. Jana tenía todo cuanto podía imaginar, pero había algo muy importante que jamás podría conseguir, una amistad verdadera. Su padre cada día veía a su hija más triste y no entendía lo que la podía estar pasando, por eso siempre que salía del castillo le traía un regalo a su pequeña. Pero ninguno de esos regalos podía llenar ese vacío de una amiga.
Los días iban pasando y Jana escribía montones de cartas para ese Amigo Invisible, que sólo estaba en su imaginación. Después llamaba a su paloma mensajera y le ponía en el pico la carta, para dejar volar sus sueños.
Muy cerca del castillo vivía Sara, una pequeña que nació el mismo día que la princesa, pero su vida no había sido tan afortunada como la de Jana, pues nació en una familia humilde y lo poco que tenía lo tenía que compartir con sus hermanos. La suerte no le había sonreído respecto a bienes materiales, pero por suerte podía contar con sus amigos de la calle, con lo que jugaba a inventaba historias y batallas.
Sara siempre había tenido curiosidad por conocer a la princesa, por eso de que habían nacido el mismo día, pero como esto era difícil, lo único que hacía estar un poco más cerca de Jana era observar sus movimientos día tras día. Siempre veía a la princesa muy triste y escribiendo en una mesa junta a la ventana.
El día de su 10º cumpleaños mientras Sara jugaba en el patio de su casa le cayó una carta del cielo, y al mirar hacia arriba vio a la paloma mensajera de la princesa. Muy contenta pensó que ese era su mejor regalo de cumpleaños y con mucha emoción comenzó a leerla:

Querida Amiga Invisible:
Hoy es el día de mi 10º cumpleaños y como todos los años mi padre dará una gran fiesta con sus amigos de otros reinos. Me pone muy triste que no puedas venir a celebrar conmigo esta fecha tan importante. Me encantaría poder salir de mi castillo e ir a jugar con otros niños, pero eso es imposible. Bueno no voy a ponerme triste y te voy a contar como ha sido mi día de hoy.
Esta mañana me he levantado más pronto de lo normal y sin que mi doncella viniera a despertarme. Al despertar he mirado a mi alrededor y he encontrado mi primer regalo: una muñeca. Mi padre aún se cree que sigo teniendo 5 años y no se da cuenta de que ya he cumplido 10…

Sara no salía de su asombro y leía la carta con muchísima atención. Cuando la carta llegó a su fin, Sara decidió contestar a la princesa, era una oportunidad única de poder conocer la vida de una princesa.
Lo que ni Sara ni Jana sabían era que esas cartas sería el comienzo de una larga amistad. Cada día Jana recibía una carta de su Amiga Invisible donde le contaba los juegos, las canciones, lo que se hacía en la escuela… Y así poco a poco fueron haciéndose amigas. La niña empezó a escribir todos los días una carta a la princesa y desde la ventana veía como la princesa Jana las leía y una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios. Así todos los días Sara y Jana recibían sus cartas, y aunque su amistad iba aumentando jamás podrían llegar a conocerse porque la princesa no podía salir del castillo ya que su padre temía que le pudiera pasar algo.
Lo que Sara no sabía es que la princesa un día decidió escaparse del castillo e ir en busca de su Amiga Invisible. Pero encontrar a la Amiga Invisible fue más difícil de lo que la princesa pensaba. Buscó por todos los reinos, viajó hasta lugares muy lejanos, pero no encontró a su Amiga. En todo este tiempo se encontró con muchos niños que sólo querían ser amigos suyos por el interés, porque Jana era un princesa, pero ninguno le demostraba una verdadera amistad. Tras un año de búsqueda, viajando por todo el mundo y de muchas decepciones, Jana decidió volver a su reino y desde allí seguiría enviando sus cartas y recibiendo las de su Amiga Invisible. En el camino de regreso y muy cerca del castillo se tropezó con una niña que corría con una carta entre las manos, al mirar detenidamente Jana se dió cuenta que era una de las cartas que ella había escrito para su Amiga Invisible , por la marca del sello real. La princesa dudó un momento porque pensaba que una niña pobre del pueblo no podría ser quien le escribiera aquellas cartas y tampoco podía imaginarse que estaría tan cerca después de buscarla durante tanto tiempo por lugares tan lejanos. Pero al hablar con ella pronto se dio cuenta que por fin había encontrado a su Amiga Invisible. Había estado buscandola durante todo un año, por todo el mundo, y nunca se le ocurrió empezar a buscar por los niños más cercanos, siempre pensó que esa Amiga sería difícil de encontrar, porque la amistad verdadera es algo difícil de encontrar.
Desde entonces todos los días Sara iba al castillo a jugar con la princesa y de vez en cuando Jana también salía para conocer a otros niños y poder crecer feliz como todos sus nuevos amigos.

Y es por eso que dicen que es tan difícil encontrar la amistad y aunque a veces están cerca esos amigos, nosotros los hacemos invisibles a nuestros ojos y buscamos lejos sin darnos cuenta que los amigos de verdad los tenemos a nuestro lado, aunque a veces estén en silencio. Y también dicen que es por eso que en la amistad no existe sexo, ni edad, ni color de piel… La amistad de verdad es tan fuerte que puedo unir a personas de distintas culturas y formas de pensar y eso es lo bonito, que cada uno aporta un poquito de lo que conoce. A veces nos empeñamos en buscar en lugares lejanos a esos amigos y no nos damos cuenta de lo cerca que pueden estar.
Aunque los amigos de verdad estén cerca o lejos, lo mejor es intentar consevarlos y no perderlos nunca, porque la verdadera amistad es un tesoro que pocos han encontrado y muchos siguen buscando.