Hola a todos. Ya hemos comentado en anteriores entradas cómo fue aquella cena en que celebramos nuestra particular versión del Amigo Invisible y cómo pasamos horas recibiendo multitud de regalos de todos los géneros, tamaños y colores. La mayoría de estos regalos tenían la única intención de hacernos reír, a otros, en cambio, sí que se les podía dar alguna utilidad. De una manera u otra, lo realmente destacable de todo aquello fue el buen rato que pasamos. Así que, después de algunos meses y en homenaje a aquella noche, dejo aquí constancia del uso que he dado y doy a algunos de mis regalos. Un beso.
La Almu: que arte, que gran idea para una entrada, me ha hecho mucha gracia ver las fotos. Desde luego este año tendrás los pies bien calentitos y ese tio Pepe todos los días de Santa Eularia a San Agustín, quién se lo iba a decir?. Un beso
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